Atrofias maxilares severas. Escuela de odontología en Madrid. EOMA
En EOMA hemos estado encantados de participar e impartir formación avanzada sobre atrofias maxilares severas y su abordaje mediante implantes subperiósticos (ISP). A continuación, te contamos —de forma práctica— qué son, cuándo están indicados, qué ventajas aportan y cómo se integran en el flujo clínico–protésico actual.
¿Qué es la atrofia maxilar severa y por qué complica el tratamiento?
La atrofia severa aparece tras años de pérdida dentaria, periodontitis avanzada o fracasos previos. El resultado es un volumen óseo muy reducido que dificulta:
- La estabilidad primaria de implantes convencionales.
- La integración protésica sin recurrir a injertos complejos.
- El soporte de tejidos blandos con objetivos estéticos y funcionales.
Tradicionalmente, estas situaciones exigían injertos óseos voluminosos, elevaciones de seno extensas o alternativas como implantes cigomáticos. Todas ellas son válidas, pero pueden implicar mayor morbilidad, tiempos largos y más citas.
Qué son los implantes subperiósticos (ISP) actuales
Los ISP de nueva generación son estructuras personalizadas que se adaptan a la superficie del hueso maxilar por fuera del periostio y se fijan con microtornillos. A diferencia de un implante endoóseo, no necesitan gran altura ni anchura de cresta.
Hoy se diseñan con CBCT + escaneo intraoral/extraoral, planificación 3D y fabricación CAD/CAM (habitualmente en titanio), lo que permite:
- Ajuste anatómico preciso a la morfología ósea remanente.
- Distribución controlada de fuerzas y pilares donde la biomecánica lo requiera.
- Integración fluida con la prótesis provisional y definitiva.
Indicaciones y contraindicaciones (en términos sencillos)
Indicaciones más frecuentes
- Atrofias horizontales y/o verticales severas donde el implante convencional exige injertos múltiples.
- Pacientes con limitaciones médicas o personales para cirugías injertivas extensas.
- Necesidad de acortar tiempos y reducir morbilidad sin sacrificar estabilidad protésica.
Contraindicaciones relativas
- Higiene deficiente o compromiso severo del control de placa.
- Tabaquismo alto y patologías sistémicas descompensadas.
- Expectativas estéticas no realistas cuando el biotipo tisular es muy desfavorable.
Idea clave: los ISP no sustituyen a todas las opciones; amplían el arsenal terapéutico en escenarios donde la reconstrucción ósea sería larga, invasiva o incierta.
Ventajas clínicas y para el paciente
- Menor morbilidad frente a injertos complejos extensos.
- Planificación predecible gracias al diseño CAD/CAM y al workflow digital.
- Menos citas y posibilidad de rehabilitaciones más ágiles según el caso.
- Estabilidad de tejidos blandos cuando se respeta el manejo periostal y la línea de incisiones.
- Protocolo reproducible: permite estandarizar pasos quirúrgicos y protésicos.
Puntos críticos del protocolo (lo que marca la diferencia)
- Diagnóstico y planificación digital: CBCT de alta calidad, registros precisos y simulación 3D para definir pilares, tornillos y zonas de apoyo evitando estructuras anatómicas.
- Diseño del ISP: Estructura personalizada con superficies amplias de apoyo y puntos de fijación estratégicos; previsión de emergencias protésicas.
- Cirugía: Incisiones y despegamiento controlado para crear el “pocket” periostal, asiento pasivo del ISP y fijación estable con microtornillos, cierre sin tensión.
- Provisionalización y prótesis: Provisional bien ajustada para guiar tejidos; definitiva con materiales y geometrías pensadas para higiene y biomecánica.
- Mantenimiento: Calendario de revisiones, profilaxis profesional, instrucciones de higiene específicas (interdentales, irrigadores), control de puntos de presión y tornillos.
¿No te lo quieres perder? Apúntate AQUÍ